Uso de la genética para combatir el cáncer
La medicina genómica de precisión tendrá un impacto transformador en la salud y el bienestar personal, la economía sanitaria y la productividad nacional, afirman investigadores con maestría en genética.
En los últimos años, se ha producido un salto extraordinario en el conocimiento del genoma humano y su papel en la salud y la enfermedad. Hace una década, los investigadores exploraban tímidamente las primeras secuencias del genoma humano de referencia, cuya producción costó más de mil millones de dólares. Ahora, se han secuenciado miles de genomas de una sección transversal de orígenes étnicos. Esta explosión de actividad ha sido posible gracias a los avances sin precedentes en las tecnologías de secuenciación.
Para dar sentido a los datos genómicos es necesario que las tecnologías informáticas y las bases de datos evolucionen en paralelo a las tecnologías de secuenciación. Los avances en ambas tecnologías permiten una capacidad cada vez mayor para el diagnóstico preciso de las enfermedades existentes y el desarrollo de estrategias de tratamiento eficaces y específicas.
También ofrecen la posibilidad de evaluar la predisposición a la enfermedad, lo que podría dar lugar a un seguimiento clínico más específico y a cambios en el estilo de vida.
Usos actuales de la genética en medicina
Las pruebas de cribado prenatales son las más ofrecidas, en las que se secuencian fragmentos de ADN de la placenta extraídos de la sangre materna para detectar anomalías genéticas.
En los últimos años, la terapia contra el cáncer se ha centrado en el uso de antígenos específicos del tumor dilucidados por la secuenciación como objetivos de las terapias biológicas. Por ejemplo, el ado-trastuzumab es un fármaco monoclonal de quimioterapia combinada que ha reducido la tasa de remisión libre de enfermedad a los tres años en el cáncer de mama en un 11,3% respecto al tratamiento estándar anterior.
La farmacogenómica, la optimización de la respuesta a los fármacos en relación con la genética es otro prometedor campo emergente y constituye una piedra angular de la medicina genética actual.
El Ivacaftor es un potenciador del canal CFTR y es el medicamento más eficaz contra la fibrosis quística que existe en el mercado; sin embargo, solo es aplicable al 4%-5% de la población de pacientes que son homocigotos para la mutación delta F508. Las pruebas genéticas se ofrecen a los pacientes solo en circunstancias específicas, como tener un linaje de la enfermedad de Huntington o un alto índice de sospecha de mutaciones.
De lo contrario, los pacientes pueden acceder a un genotipado de pago a través de empresas privadas de biotecnología, que realizan un perfil de los genomas de los pacientes en busca de genes específicos de interés.
En la actualidad, la secuenciación genómica completa no está ampliamente disponible para los consumidores típicos fuera de circunstancias específicas de investigación. Sin embargo, la genómica tiene su lugar en la medicina actual y está preparada para expandirse enormemente en las próximas décadas.
Daño del ADN puede producir cáncer
Los líderes clínicos visualizan dos funciones futuras principales para la secuenciación preventiva del genoma completo:
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- Como prueba de detección no invasiva para la medicina preventiva.
- Como prueba para mejorar la capacidad de diagnóstico.
En efecto, al igual que la identificación de los portadores de mutaciones en el genoma BRCA1/2 condujo a la mastectomía y ooforectomía profilácticas, los datos genómicos tempranos y detallados conducirían a una valiosa comprensión de los riesgos de futuras enfermedades que abarcan diversas especialidades, desde la oncología hasta la psiquiatría, y ayudarían a su prevención.
Para lograr esta hazaña, se está impulsando en todo el mundo el uso de Big Data en la medicina genómica, donde se recopilan millones de secuencias de referencia, factores individualizados de los pacientes y expresión fenotípica y se unen en una base de datos multifactorial y un algoritmo donde se pueden comparar los genomas secuenciados individualmente.
Para alcanzar este objetivo, el presidente Barack Obama lanzó en 2015 la campaña “All of Us” del Instituto Nacional de Salud, en la que se ordenó la recolección de un millón de genomas secuenciados, complementando los factores ambientales y la información demográfica de los ciudadanos estadounidenses. Actualmente se han recogido más de 600 000. Se trata de un esfuerzo multinacional.
Países como el Reino Unido y China han lanzado iniciativas similares. La Alianza Global para la Genómica y la Salud (GA4GH) predice que para 2025 se habrán secuenciado 60 millones de genomas en todo el mundo.
Al igual que las imágenes radiológicas han aumentado el valor predictivo positivo de los diagnósticos basados en los signos y síntomas clínicos, y han disminuido las tasas de procedimientos quirúrgicos exploratorios, la genómica en medicina está preparada para aumentar aún más esto y añadir otra capa de confianza a los enfoques de diagnóstico.
Conclusión
Resulta apasionante plantear la hipótesis de cómo el creciente papel de la genómica en la medicina afectará nuestra comprensión y clasificación de las enfermedades. Quizás los diagnósticos puramente clínicos, como la neuralgia del trigémino, el trastorno depresivo mayor o la dermatitis atópica, se reformen a la luz de los orígenes genéticos subyacentes. En última instancia, esto clasificará mejor nuestra comprensión de las enfermedades y mejorará las estrategias de tratamiento y la investigación.
Aunque nuestro conocimiento del genoma humano dista mucho de ser completo, cada vez hay más ejemplos que demuestran que incluso nuestros limitados conocimientos genómicos pueden ser potentes en la clínica.
En la actualidad, la secuenciación del genoma es lo que más repercute en la estratificación del cáncer, la caracterización de la enfermedad genética y la información sobre la probable respuesta de un individuo al tratamiento.