Una de cada ocho mujeres en los Estados Unidos desarrollará cáncer de mama en su vida. Esta estadística hace que el cáncer de mama sea el principal diagnóstico de cáncer para las mujeres en los Estados Unidos. Con estos números asombrosos, un enfoque en la prevención es la clave: ¿cómo podemos detener el cáncer de seno antes de que comience? Una forma es desarrollar métodos rápidos y convenientes para evaluar el riesgo de cáncer de mama. Si las mujeres pudieran identificar su riesgo individual, podría empoderarlas para tomar decisiones sobre su propia atención preventiva antes de un diagnóstico, con la esperanza de reducir la prevalencia de la enfermedad.
Hace apenas cinco años, las pruebas genéticas para el cáncer de seno costaban miles de dólares y solo podían ser solicitadas por un proveedor de atención médica. La prueba fue tan costosa en parte porque la compañía Myriad Genetics tenía una patente sobre los genes BRCA1 y BRCA2, lo que los convierte en el único que podría proporcionar esta prueba. Una sentencia monumental del Tribunal Supremo en 2013 declaró que los genes no son patentables, lo que eliminó el monopolio de Myriad, y abrió la puerta a otras compañías, como 23andMe, para producir pruebas genéticas para mutaciones BRCA. Ahora, cualquiera puede solicitar una prueba genética a diferentes laboratorios que brinde información sobre el riesgo de cáncer de seno por un costo menor.